23.11.09

Irreductible cotidianidad


Lo cotidiano de las palabras nace con lo cotidiano que se nos hace vivir y sobrevivir (no precisamente dentro de un sobre), lo cotidiano nos pertenece tanto como le pertenece a todo aquel que pretende habitar en un tiempo y espacio, lo cotidiano nos nubla, nos vislumbra, nos aturde y nos calma, nos complace, nos arrecha, nos destroza y nos levanta; nos hace felices, infelices y de vez en cuando normales (que casi siempre es la mayoría del tiempo), lo cotidiano nos cuestiona, nos responde o sencillamente calla… lo cotidiano está lleno de cosas cotidianas y la cotidianidad vale destacar está llena de gestos y por sobre todas las cosas de letras entrelazadas que compiten alrededor de nuestra masa para formar las palabras que serán oraciones e ideas en un futuro no muy lejano… ideas que tendrán como punto de encuentro el destino incierto e invisible de la verborragia.

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