25.11.09

Desnudez

Nos encontrábamos los cuatro sentados en esa mesa plástica, envenenados de palabras, rematando frases cotidianas, haciendo mal uso de la moral y las buenas costumbres, bebíamos de oficio puro e innato, matamos horas intercalando los cigarros, reescuchamos la juventud en voces que nos hicieron hasta bailar torcidos, hasta que irrumpí en el silencio de los ojos cansados de ver lo mismo con mi desnudez y si de algo estoy seguro es de no llevarme aplausos por tan infructuoso acto, solo la burla que aún asoma y el recuerdo inolvidable de mi memoria.

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