El vendedor sin más a que hacer referencia solicita al cliente sus datos para completar la transacción y procede a preguntar: - ¿Disculpe señor su nombre por favor?- Este responde algo extrañado ante tal cuestionamiento:
- Luhben -
Del otro lado el cajero aún más sorprendido le replica: -¿Disculpe señor no le entiendo? deletréelo. Una vez más se repetía la escena pensó, y con la resignación jugando en su frente respondió a la solicitud:
- L-U-H-B-E-N-
La duda pintó y dió el punto de confusión que merecía tan incómoda situación y la pregunta inesperada no se hizo esperar - ¿Señor disculpe tiene otro nombre para facturar?-
- ¡Wulfhreng! -
El cajero sin poder ocultar el sarcasmo dijo: -Conservemos las discreción y continuemos con los demás datos... -
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