La perdí en el mismo instante
que dejaste de tocar este suelo,
La razón de la molestia la perdí
ese día que me harte de no verte, olerte, oirte.
La razón de la molestia la perdí
cuando mi amor bruto se te hizo impertinente,
aquel lunes, aquel martes, aquel miercoles o tal vez aquel domingo.
Mi molestia no rima con tus lágrimas
Mi molestia no es razón para enfados
No hay comentarios:
Publicar un comentario